El Madrid surfea y Kubo no se arruga

El Real Madrid surfea la ola del campeonato con partidos variables. Desprende autoridad, pero la modula según el rival, la fatiga y los imponderables de los partidos, que se suceden vertiginosamente, al ritmo de aquella comedia de los años 60: "Si hoy es martes, esto es Bélgica". Cuesta identificar los días y las jornadas, y en este agitadísimo calendario el Real Madrid se mueve con más facilidad que nadie. Le sobran recursos y vitalidad.

Frente al honorable Mallorca que se vio en Valdebebas, el Madrid bajó el pistón con respecto a Anoeta. Esta vez destacaron los centrales. Varane y Sergio Ramos estuvieron soberbios, sometidos a una actividad imprevista. El Mallorca se acercó con frecuencia al área, sin pasar de la frontera que establecieron los dos defensas. Carvajal flaqueó más de la cuenta ante Lago Junior, poco aprovechado en los ataques de su equipo. Estaba claro que salía ganador del duelo con el lateral madridista, pero le buscaron menos de lo conveniente.

Carvajal apareció en el origen del primer gol. Detuvo un contragolpe, probablemente con una falta, y de ahí surgió una impecable acción coronada con maestría por Vinicius, que ha decidido convertirse en uno de los protagonistas de este periodo singular del campeonato. Figuró de nuevo entre los destacados.

Fue su segundo partido como titular. Rodrygo, titular en el primer partido tras al regreso, duró 45' en el campo. No hay noticias de él desde entonces. Uno está decidido a aprovechar cada minuto que le conceden. El otro corre el riesgo de desperdiciar sus oportunidades. Clase no le falta. Corazón, no se sabe.

Take Kubo, el más destacado del Mallorca, encara a Sergio Ramos el pasado miércoles en el Alfredo Di Stéfano.

Zidane siempre deja algo en qué pensar. Esta vez alineó a Bale, Benzema y Vinicius en la delantera. Hazard entró la posición de interior de ataque, pero se instaló en la delantera. Se lo pide el cuerpo y su naturaleza de futbolista, así que el Real Madrid se dibujó con un 4-2-4, sistema mítico de finales de los años 50. Ocasionalmente, el Madrid se puede permitir concesiones de este pelo porque dispone de fenomenales jugadores en todas las líneas.

Hazard no se sintió cómodo con tanta compañía. Bale, tampoco. Cabía preguntarse por su respuesta en un escenario acrítico, vacío, presuntamente favorable para un jugador que suele enfadar al Bernabéu. En Valdebebas, Gareth Bale se pareció al de casi siempre. Un buen tiro y nada más. Decepcionó y fue sustituido. A la vista de las actuaciones del galés y de Rodrygo, más pronto que tarde, Vinicius tendrá una oportunidad en la derecha, donde por lo general se ha mostrado incómodo. Hazard es el dueño de la izquierda y en el otro costado nadie se decide a reclamar la titularidad, así que la hora de Vinicius se acerca.

Nunca estuvo en duda la victoria del Madrid, a pesar de su discreto rendimiento, suficiente para no sentirse inquiete en ningún momento. Varane fue una bala en el corte y Sergio Ramos jugó con una exuberancia juvenil. Mejor no preguntarle la edad. Está hecho un chaval. Se reservó el momentazo del encuentro con un maravilloso tiro libre, ante la resignada presencia de Bale, que estaba como loco por lanzar la falta, pero Sergio no le dio ni media oportunidad. Su lanzamiento fue magistral.

Take. En el otro lado, Kubo jugó francamente bien, con clase, desparpajo y coraje. No se crean su aspecto de adolescente. Es un futbolista de cuerpo entero. Durante todo el partido los jugadores del Madrid le examinaron con un tratamiento de choque. Si vas a ser uno de los nuestros, tendrás que aguantar el castigo. Kubo recibió de lo lindo, pero no se achicó nunca y provocó unas cuantas tarjetas. Otro que quiere ser futbolista, como Vinicius.