NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Odegaard nunca ha cambiado su plan

“Mi plan es jugar dos años en la Real Sociedad. Ese es el plan”. Estas palabras pertenecen a Martin Ødegaard. Las pronunció el 20 de noviembre del año pasado en El Larguero de la Cadena SER, en la previa a la visita del Real Madrid al Reale Arena. Desde entonces, le habré escuchado decir eso mismo más de una docena de veces, en cualquier otra entrevista o cualquier salía ante nosotros, los periodistas, en la sala de prensa de Zubieta o de Anoeta. La pregunta era siempre obligada, ya nos entenderán. Y su respuesta nunca ha variado. Ni en el tono, ni en la forma, ni sobre todo en el contenido. No me negarán que tiene mérito. Porque lo normal es que cada vez baile algo de un argumento; o haya matices, porque la temporada avanza y siempre pasan cosas que pueden hacer variar lo que dices. Pero no. “Mi plan es dos años aquí”, ha repetido hasta la saciedad el bueno del noruego.

El problema es que hay quien no le ha creído. Y ha puesto en duda que fuera a cumplir su “plan”. Les voy a hacer una confesión. Yo estaba con él aquella noche que Ødegaard nos visitó en los estudios de la Cadena SER en San Sebastián. Pude comprobar su exquisita educación y su perenne sonrisa. Y su naturalidad a la hora de hablar sin micrófonos delante de su vida. Charlamos un buen rato y me confesó que estaba aquí porque el Real Madrid le había dejado elegir el dónde y el cómo desarrollar su carrera para preparar bien su vuelta en plan estrella. Por eso pidió dos años, necesitaba estabilidad para crecer como futbolista y madurar. Había dado tumbos con cesiones, entrenar con el filial y el primer equipo... y necesitaba centrarse, asentarse y tener tranquilidad. Esto no son palabras mias. Me lo dijo él mismo aquella noche. Todo eso lo ha encontrado en la Real Sociedad. A los hechos me remito.

ClasificaciónPTSPGPEPP
Clasificación completa
Próximos partidos
Calendario

Por eso sabe que para volver maduro al Real Madrid debe seguir en San Sebastián. Tiene tan claro su “plan” (dos años en la Real) que solicitó al club donostiarra que le cambiara de domicilio, quería vivir en pleno centro de San Sebastián. Le encanta salir a pasear por la Concha, tranquilo como es él, saludando a la gente con amabilidad, casi pasando desapercibido, como un turista más de los muchos que visitan a menudo la capital guipuzcoana. Y claro, Ødegaard no pidió cambiar de casa para tres meses, lo solicitó pensando a medio plazo. Su “plan” siempre ha sido de dos años en la Real. Y en medio ha tenido que aguantar mucho ruido mediático. Sin que él dijera nada. Tiene mucho mérito haber hecho su enorme temporada habiendo estado todo el rato con ese asunto sobre su cabeza. Tras la eliminación de Copa me confesó que nadie del Madrid le había dicho nada de volver o no, sólo interesarse por cómo estaba. Y para entonces muchos daban por hecho que el club blanco le iba a recuperar este verano. Y él, erre que erre: “Mi plan es dos años aquí”. ¡Qué pesado! ¿No?

El 14 de abril de este año contaron en la Cadena SER que Roberto Olabe estaba confeccionado el proyecto de la Real Sociedad para esta próxima temporada contando con Martin Ødegaard, porque el noruego le había comunicado que su idea era quedarse un segundo año cedido. Sin intención la tenía clara, y si el Real Madrid cumplía su palabra de dejarle de nuevo elegir su destino, tener la última palabra, no iba a haber ningún problema. Evidentemente, es lógico que Florentino Pérez y Zinedine Zidane se hayan mantenido expectantes hasta el final con Ødegaard, sin descartar su vuelta este verano, sabiendo que podían recuperarlo. Si un jugador tuyo brilla tanto como el noruego sería una irresponsabilidad no planteártelo. Y es normal que hayan retrasado la solución final del asunto a cuando termine la temporada. No puede ser de otra forma. Pero créanme, esto no es sólo opinión, Ødegaard nunca ha cambiado su “plan”. Dos años en la Real. Si le dejaban tenía claro que lo iba a cumplir. Y parece que le van a dejar. Todos sabemos que su futuro pinta de blanco, porque ese es su único objetivo personal, triunfar en el Santiago Bernabéu; pero mientras tanto en Donostia disfrutaremos un año más de un talento que va para estrella mundial. Y que tiene la clara intención de alejar a su equipo del título de Liga, como ya le eliminó de la Copa.