Hasta muy pronto, Germán
"Hoy anuncia su adiós Germán Burgos, una persona que nos ha dado más de lo que cualquiera pueda imaginar", escribe Torres. Todo. Desde aquel 2001 en que dejara atrás un Mallorca en Champions para venir de la mano de Luis a un Atlético en Segunda. Icónico, auténtico, rock and roll. Se coló en los hogares de toda España a través del televisor y una alcantarilla para gritar: "Hemos vuelto". El Atleti a Primera. No podía ser otro. Debía ser él. El Mono.
"Siempre es difícil encajar todas las piezas para que algo funcione a la perfección, y más desde el silencio", que escribe también Torres. El padre del balón parado en el Atleti, el hombre de la carpeta, el profesor de inglés. Siempre cercano, siempre campechano, siempre tan de verdad. Su voz rugosa recibía a los futbolistas con un abrazo en el Cerro, su inteligencia, su profesionalidad. Sus motes en los rondos, sus paseos en San Rafael. Era la sal de los entrenamientos, la chispa de Simeone, esa pieza silenciosa que hacía que todo lo demás encajara. Ocho años trabajando en perfil bajo para que el Atleti fuese campeón. Su Atleti. Ese al que ahora dice hasta pronto. No por esperado duele menos.
"Hasta el último instante, siempre contigo, Germán, gracias por tanto". Lo dice El Niño, lo firmo yo. Echo infinitamente de menos ya ese "Casssón" con el que me saludas. Espero, pronto, volver a escucharlo.