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Las verdades de Otero, las de Vidal... y la reflexión del barquero

Se equivocan de punta a cabo los que, en Plaza Pontevedra, acusan a personas de mover a Miguel Otero a su antojo, como si fuera un títere de alguien, cuando está demostrado que el club, en los últimos años, le costó amigos, dinero y disgustos.

Y lo dice quien vivió con él épocas de “amor” y “odio”, ya que fui el primero que lo sufríó, porque el entonces Presidente de Peñas, fue “caballo” ganador en la partida de ajedrez con Constantino Fernandez, que también tenía al alcalde Negreira como cooperante, pero fue Otero, con miles de acciones que logró reunir, quién decantó la balanza en favor de Fernández en la Junta de diciembre de 2013.

Corro el riesgo, al ser sincero y, en lo posible, cariñoso, que estas líneas no agraden demasiado ni a Vidal ni a Otero, personas a los que les doy mi opinión, sin reserva, siempre que me la piden y con las que mantengo muy buena relación personal, lo que no evita diferencias en temas trascendentes para el Depor.

No duden que Miguel Otero en un consejo es válido, pero incómodo. Trabajador, pero protagonista. Va de frente, pero le pierden las formas. Le gusta mandar. Es incontrolable. No engaña a nadie. Si Vidal buscaba un consejero dócil, se equivocó de persona. Otero va por libre, lo que puede gustar o no, pero quien lo incorpora a su proyecto debe saber que ficha un puntal o un problema, porque, aunque un sector deportivista opine de forma negativa, yo pienso que esa apreciación es muy injusta.

Toda la verdad, sobre lo que pactaron en sus reuniones previas, sólo la saben Vidal y Otero, pero disiento con el término “traidor”, con el que se calificó al directivo. Creo que es finísima la línea que delimita la fidelidad del Consejero al Presidente por el hecho de entrar en su Junta y la responsabilidad que asume ante los accionistas que le votaron para ese cargo. Pienso que el Presidente habría acertado plenamente diciendo “Otero me ha defraudado”, por la denuncia pública de algo que ya había manifestado en Consejo... porque, “el que avisa no es traidor”, decíamos de niños.

Pero ¿cuáles son “las verdades de Otero”?

1ª- Alguna la defiendo yo desde 2014 porque afecta a mi gestión. Se parte de una deuda inflada hasta fijarla en 160m/€ -deuda bruta que nunca admití y que se vendió como deuda neta- porque ni era ese el importe bruto de la deuda, ni se reducía la cantidad que correspondía a la quita del 33%; ni los 21 m/€ retenidos en La Caixa y AEAT, por la disputa en el juzgado de bancos y Hacienda; amén de incluir una ficticia deuda de 5m/€ con la práctica totalidad de la plantilla. Tampoco se reducían muchos millones adeudados al Depor por Santa Mònica(U TV) Mediapro (TV), Jorge Otero (juzgado) At.Madrid (Filipe Luis), ni por clubs en concurso: Betis (Ruben Castro) L.Palmas (Schurrer), Racing Santander(Canales),Zaragoza (Lafita)...

De esa falsedad -la deuda neta inicial sería de unos 100 m/€- nace la denuncia de Otero, que trata que Abanca conozca la deuda real y que, si llegase a pedirse una responsabilidad societaria, ésta en absoluto se le podría imputar al Consejo actual.

2ª- Parece que no se reduce de las deudas un pago a Hacienda, previsto en 2023, por 4.462.389,74 euros, que, tras el Auto del Supremo de 31-01-2020, que es firme, por lo que deberá hacerla efectiva Audiovisual New Aged AIE.

3ª- Dice Otero, de eso ya no tengo conocimiento directo, que en los 10 próximos años el Depor, debe hacer frente a una deuda media anual de 4m/€ y que se puede hacer frente a la diferencia entre sí Abanca capitaliza o no deuda, en los años de mandato del Consejo, con la venta del Playa y traspasos.¿Riesgo?, la clasificación actual.

¿Y cuáles son las “verdades de Vidal”?

1ª- Vidal reitera que, si Abanca no capitaliza, el Club debe abonar en los próximos 12 años unos 96m/€ de deuda, lo que da una media de 8 m/años, muy lejos de los 40 m/€ y 4m/€ año que dice Otero para los próximos 10 años. Los dos pueden decir la verdad: Vidal habla de deuda para los próximos 12 años y Otero reduce el plazo a 10 años, ambos posibles si se produce una muy fuerte amortización en los años 11-12.

Esa sería la poderosa razón por la que coincidiría “la verdad” de Vidal y de Otero. Solo un dato a tener en cuenta, si se opina sobre la viabilidad del club sin Abanca capitalizar deuda y es que el actual Consejo dispondría de dos posibles mandatos de cinco años para mejorar la situación deportiva, ya que no es lo mismo el poder perfilar el futuro de la entidad estando en Primera, en Segunda ó en Segunda B.

2ª- El Presidente Vidal apuesta porque Abanca capitalice 35m/€ de su deuda. Cree que es el única forma de garantizar la viabilidad del club tanto en Segunda como en Segunda B (en esta categoría tendría toda la razón), a lo que Otero no se opone de forma muy radical -aunque no es la teoría que defiende- sino que pide incrementar la cantidad a capitalizar por Abanca, lo que supondría una mejora sustancial del límite salarial del Depor para los próximos años.

3ª- Proclama la idoneidad de las cuentas auditadas por el Consejo anterior -yo le diría que nada pierde, y puede ganar mucho, si las revisa en profundidad- y niega tanto la existencia de deudas del Depor que no se corresponden con la realidad, como la posibilidad que el patrimonio de la entidad pueda evitar la venta a Abanca.

Estas son las posiciones, pero me gustaría reflexionar sobre la contestación que daría aquel barquero que aceptó pasar gratis a un estudiante si le contaba tres verdades irrefutables. Al llegar, el chaval le contó dos: “pan duro, mejor duro que ninguno” y “zapato malo, malo, más vale en el pie que no en la mano” y como tercera, “ si a todos pasas de balde, como a mí, dime, barquero ¿qué haces aquí?”

Todos nos debemos hacer la pregunta: ¿qué hacemos aquí?... para servir al Depor. ¿Y si el Presidente Vidal encuentra una respuesta en la que todos ganen? Yo le pido que aproveche este paso atrás, doloroso, para tomar impulso y poder contentar a todos: A Abanca librándole del trago, porque, como ha dicho, “el fútbol no es mi negocio”; a Otero, y a los accionistas, manteniendo, con la venta de patrimonio, el “capitalismo popular” y al Club solucionándole, como dice FASFE, la devolución de 1.500.000 €, que adeuda a los abonados 2019-20, sin desembolso alguno, a través de capitalizar esa cantidad en exclusiva para ellos, lo que mejoraría la posición de los accionistas minoritarios.

Así, todos ganan, en especial el deportivismo. No es fácil pero por intentarlo...