Ico Aguilar, un extremo elegante
Mi primer partido de niño en el Bernabéu, allá por el invierno de 1973, me llevó a ver un Real Madrid-Las Palmas en el que el gran atractivo era contemplar a Netzer y Óscar Pinino Más, los dos extranjeros que ficharon ese verano. Pero aquel niño descubrió también un extremo fino, delgado y elegante con el balón en los pies que jugaba por la banda con mucha inteligencia. Netzer, que daba pases perfilados de 45 metros a la bota, buscó al cántabro en varias ocasiones con bastante éxito. El Madrid ganó 5-0 a los canarios y el AS le puso tres picas a Ico Aguilar el día siguiente.
Hablé con él hace unas semanas y estaba como siempre, preocupado por la situación que empezaba a vivir España y el mundo entero, y dándole vueltas a los errores que había tenido nuestro amado Madrid para haber perdido el liderato en la Liga. Ico Aguilar llevaba el sentimiento del club sin presumir, lo tenía en el corazón. La vida no le trató como merecía.