Ya ni me acuerdo del último gol de Bale
El periplo profesional de Bale en el Madrid está cada vez más cerca del 'The End', para que Gareth me entienda. El galés es ahora para Zidane un problema más que una solución de alcurnia. Otros años se le ha perdonado todo al galés porque en sus apariciones irrumpía con un golazo desde fuera del área o con un cabezazo imperial. "No podemos echarle porque tiene mucho gol2, sostienen los pocos defensores que le van quedando en el club y en el Bernabéu. El problema es que eso ya empieza a ser una leyenda urbana. En esta Liga sólo le recuerdo un doblete en Vila-real... ¡el 1 de septiembre!, que encima quedó empañado al ser luego expulsado. Y su último gol nos traslada al modesto campo del Unionistas de Salamanca, equipo de Segunda B. El galés ni lo celebró, logrando que hasta Casemiro se lo recriminase.
Del Bale que metió dos golazos increíbles en la final de Mestalla, ante el Barça, y en la de Kiev, ante el Liverpool, sólo queda su imponente estampa, porque a pesar de sus múltiples lesiones no hay que olvidar que Gareth tiene un físico privilegiado para el fútbol. Pero el 16 de julio cumplirá 31 años y ya no exhibe las cualidades que le trajeron al Madrid en 2013: velocidad, verticalidad, potencia, zurda exquisita y pegada. El Bale de ahora es más famoso por las rajadas de su agente (Barnett ha despreciado a menudo a la afición madridista con sus declaraciones) que por sus hazañas en el césped. Él mismo acaba de abrir un pub en su Cardiff natal ambientado en el golf, su verdadera vocación por encima de todas. Bien visto, su problema es que es un apasionado por el golf que ha estado enjaulado en un cuerpo de futbolista...