Se nos fue Joaquín Peiró, uno de los grandes en la historia del Atlético, un futbolista del que todos sus compañeros elogiaron su calidad. Peiró, el galgo del Metropolitano, jugó 219 partidos con la camiseta rojibanca y marcó 124 tantos. Con el Atlético ganó dos Copas y la Recopa de Europa de 1962. Las dos Copas se las llevó ante el Real Madrid, en las finales de Chamartín. Era el tiempo en que el equipo madridista dominaba Europa, pero el Atlético mandaba en España. Esos titulos fueron oro para toda una generación de aficionados del Atlético. Pocos jugadores en la historia del Atlético tendrán el carisma de Peiró, aunque se marchó pronto de la entidad rojiblanca. Juntó a Collar formó el ala infernal.
Peiró dejó el Atlético y se fue al Torino, aunque posteriormente hizo carrera en el Inter, con el que formó un equipo irrepetible, campeón de Europa. Por eso su carrera en el club madrileño pudo ser mucho mayor. Su traspaso sirvió para sostener a una entidad con graves problemas económicos. Mas un compañero suyo decía posteriormente, y entre sonrisas, que perdían un gran futbolista, posiblemente el mejor, pero su traspaso posibilitaría que podrían seguir cobrando. Así era Peiró, el galáctico de la época del Atlético. Como entrenador estuvo durante varios años al frente del equipo filial y formó muchos futbolistas. En el primer equipo no tuvo suerte. Son días tristes para todos y también para la familia del Atlético. Los exjugadores rojiblancos lloraban apenados su fallecimiento nada más conocerte. Adiós a Joaquín Peiró. Descanse en paz.