Algunos ya han entrado en 'modo gruñón'
Estamos en un momento clave de la temporada y hay algún síntoma de que la unidad que se había logrado a todos los niveles desde el playoff de ascenso de 2018, se podría estar resquebrajando. Uso el condicional porque sólo son indicios y gestos; digo resquebrajando porque no está rota, ni mucho menos. Esos síntomas van desde los insultos o pitidos al capitán cuando baja del autobús (compensados con el cumpleaños feliz al fin de semana siguiente), silbidos y gestos de impaciencia cuando no llegaba el gol ante el Espanyol, críticas a los cambios... etc.
Equipo está muy lejos del descenso, zona que no ha pisado en todo el año, pero tengo la sensación de que algunos, pocos, han entrado en el ‘modo gruñón’ y ya se han cansado de todo y le ponen pegas a todo ¡qué frágil es la memoria! Parece que la gente se aburre de la estabilidad y quiere cambios. Los famosos ciclos que se acaban y todas esas zarandajas. Le pasó hasta Mendilibar, le hubiera pasado a Djukic si hubiera permanecido más tiempo en Pucela y le está pasando a Sergio, cosa que me parece absolutamente injusta. Me consta que el equipo y lo que le rodea está incluso molesto con este tema. No entienden esta exigencia voraz y esa crítica irracional. Los objetivos se están cumpliendo y la temporada transita por encima de las previsiones, pero claro, alguno ya quiere plantarle cara a Madrid y Barça por la Liga y ganar la Champions...