Los derechos del Málaga no se defienden así
Cuando el viernes agonizaba y en el Martín Carpena aún retumbaban los ecos de una afición que sueña con la final de Copa de este domingo, Abdullah Al Thani volvía a ponerse en evidencia como más le gusta, a través de las redes sociales. El jeque aprovechó un mensaje de Javier Tebas aplaudiendo la durísima sanción al City para reclamar los derechos que, según él, se le negaron y se le niegan al Málaga en casos como el de Brahim o el de Jony, por quien existe un litigio abierto con el Lazio. Pero se equivoca de causa y de foco el, por desgracia, todavía propietario del Málaga.
Los derechos del Málaga no se defienden haciendo rancio populismo en Twitter. Se defienden mucho mejor devolviendo los más de cuatro millones que él y sus hijos se han llevado a préstamo del club para cubrir necesidades personales y con los que se aseguraría la subsistencia económica de la entidad a corto plazo. Se defienden dando la cara y asumiendo responsabilidades (el martes tiene cita en el juzgado). Se defienden ajustándose a las normas de control económico que impone LaLiga, cuyo incumplimiento puede provocar el descenso administrativo y, con él, la ruina del club. Y se defienden delegando en gestores capacitados y conocedores del funcionamiento del fútbol profesional que saquen al club de la delirante y ruinosa gestión a la que Al Thani lo tiene sometido desde hace demasiado tiempo.