El Getafe ridiculizó al Valencia

Hasta el minuto 27 no confirmé si por el Getafe jugaba David Soria o Chichizola, y no recuerdo bien si al portero del Getafe lo vi por primera vez tras un pase de un defensa suyo o por un pelotazo mal dado que recogió Soria con las manos. A quien sí vi varias veces fue a Jaume Domenech, que en el 58’ pudo con un primer remate de Mata pero ya no con un segundo de Molina, que adelantó así a un Getafe que desde mucho antes merecía ir por delante en el marcador. Poco después llegó el segundo gol de Molina, que dejó en ridículo a la defensa blanquinegra. Se aprovechó de un error de Parejo y dejó retratatados a Paulista y Diakhaby. Y qué decir del desapego por competir de Diakhaby en el tercer gol azulón. Y Garay recién operado. ¡Que el Atalanta les pille confesados!

Al Valencia le arrasó un señor equipo que dirige Bordalás. En el Coliseum Alfonso Pérez confirmó que su victoria contra el Barcelona hace dos jornadas fue la excepción que confirma la regla. Porque el Valencia pasó con pena por Arabia, con lástima por Mallorca, con impotencia por Granada y sin vergüenza por Getafe. El Valencia, en el campo, se ha mimetizado en este 2020 con lo que es hoy el club, un equipo que ha perdido su personalidad. Y no es culpa de Celades, que conste, que bastante tuvo con mantener la inercia de un equipo que venía de ser campeón. Pero cuando todo lo que rodea a un vestuario se hace a salto de mata, el equipo lo acusa.