La espesura en ataque que cuestiona al Atleti
El trance negativo del Atlético está provocado por su ineficacia ofensiva. Es un asunto referido a la generación de ocasiones, no solamente al gol.
Partido con sustancia. Enfrascado en una crisis existencial y asolado por las lesiones, el bajonazo del Atleti da con un hueso como es el Granada, de plena feliz resaca copera. Al equipo de Simeone ya no le alcanza con su tradicional fortaleza defensiva, venida a menos también, desnortado por sus dilemas creativos y limitaciones en el gol. Si le cuesta superar líneas ante casi cualquier rival, el duelo ante el Granada presume ser un encuentro de extrema dificultad por el estupendo trabajo táctico nazarí. Diego Martínez ha horneado un conjunto muy organizado, junto, con un bloque medio activo y de gran solidez en la basculación y en la presión. El Atleti necesita saber cómo atacar al Granada.
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El avance interior. La posesión rojiblanca tiende a ser confusa y poco dañina. No se aprecian movimientos continuados por detrás de la línea, con demasiadas entregas de seguridad que abocan al final a una salida más vertical fácilmente controlable para las zagas contrarias. De los equipos de arriba es el que menos efectividad muestra en los pases de construcción, con un 78% de éxito, sólo por detrás de un Getafe con una idea muy distinta. El Atleti precisará acumular jugadores detrás de las líneas del Granada. Sin Morata, que tan bien interpretó ese rol en el Bernabéu, la tarea recaerá principalmente en Correa y Vitolo, a los que se deberían unir Saúl y Koke. Vitolo abusa de buscar recibir al pie para servirse de su golpe regateador, aunque en el primer tiempo contra el Madrid se dejó ver a la espalda de Modric. Disponer de futbolistas entre líneas habilitará los pases interiores de Thomas y complicará la faena de Yangel y Eteki, previsible titular por el descanso de Gonalons. Esta postura maximizará los riesgos defensivos del Atlético ante las transiciones del Granada, pero no se puede permitir recatarse más. Tampoco le da ya con sus esporádicos contraataques al recuperar cada vez más lejos de la portería rival (76,5m. de distancia media).
Desbordar por fuera. El Atlético también está forzado a rescatar la aportación ofensiva de sus laterales, tan relevante en el inicio de curso. Con Vrsaljko en un punto de forma dudoso, Lodi asumirá un protagonismo mayor en la banda izquierda que ya tuvo en el partido de Los Cármenes, gol incluido. Los cambios de orientación de Thomas o Koke o los pases en profundidad por detrás de Víctor Díaz accionarán al brasileño. Vitolo, Saúl o el jugador rojiblanco que caiga por esa zona del campo fijará a Puertas para que se produzcan situaciones de lateral contra lateral en las que se presupone cierta ventaja para Lodi. El intervencionismo oportuno de Diego Martínez puede aportar soluciones para el Granada como en el enfrentamiento copero contra el Valencia, donde pasó a una defensa de tres centrales y dos carrileros para ajustarse por dentro sin que las coberturas por fuera se resintieran. Es un entrenador al alza reforzado por los resultados, los mismos que ahora discuten a Simeone.
