LA PIZARRA TÁCTICA

La herida abierta del Madrid

GRAF5917. MADRID, 06/02/2020.- El entrenador del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane (d) observa un control de su jugador Brahim Díaz en el partido ante la Real Sociedad, de cuartos de final de la Copa del Rey, este jueves en el estadio Santiago Berna
Kiko Huesca
Javier Sillés
Subdirector de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, empezó en 2011 en la sección del Real Madrid como becario. Después pasó a AStv, donde ejerció la función de editor jefe hasta 2021 y como jefe también de la sección de infografía. En 2021 fue nombrado de redactor jefe de fútbol y en 2022 ascendió a subdirector de AS.
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El arrebato de fe final no escondió el desastre que perpetró el Madrid durante más de una hora de partido. Desde la alineación hasta la disposición táctica no tuvo respuestas ante una Real Sociedad estupenda, tan reconocible como siempre y aventurada en su toma de decisiones. El equipo de Imanol dio una muestra de personalidad imponente. La altura del escenario no alteró su plan. La salida controlada de balón desde atrás con Remiro como un jugador más, unida a una presión deforme del Madrid, le permitió escalar posiciones en el campo y habilitar a Isak en medio de la sangría blanca patrocinada por todo el bloque con Nacho, Militao, Ramos y Marcelo como caras del despropósito. El delantero sueco explotó los desmarques a la espalda entre central y lateral, tanto por la banda derecha como por la izquierda, donde Nacho y Militao cuajaron una actuación indolente y cargada de errores groseros. Se doctoró en el Bernabéu y exhibió una colección de virtudes que apuntan a figura. 

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Los desajustes no se miden por la no presencia de Casemiro, aunque muchos de estos remitieron a su ausencia. Sin el brasileño el Madrid extravió su referencia defensiva en la medular y la presión se desacompasó. Valverde tomaba altura, junto a James y Kroos, y se producía un vacío importante al no acompañar la línea de cuatro de atrás. Odegaard y Mikel Merino, extraordinarios otra vez ambos, se agrandaron en este contexto y la Real Sociedad juntó pases con fluidez e intención de progresar. El Madrid quedó desnudo, paralizado en la anticipación y desorganizado como le sucedía antes de su reconstrucción. En un partido perdió lo avanzado en estos últimos meses con Zidane señalado por un once y un plan de difícil asunción. El coraje final, impulsado por Vinicius y del que adoleció un Benzema de mínimos, le acercó a la remontada, pero los méritos de la Real Sociedad habían sido muchos y suficientes en una noche grande. La Copa volvió a delatar al Madrid.

De Remiro a Mikel Merino

La herida abierta del Madrid

James y Benzema fijan a los centrales, Vinicius se encarga de Elustondo, Kroos salta sobre Zubeldia y Valverde vigila a Odegaard, mientras Brahim duda si cerrar el pase a Monreal o quedarse con Merino. Está en tierra de nadie y el centrocampista de la Real recibe con facilidad sin que la defensa del Madrid adelante su línea. Una escena repetida una y mil veces.

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