Casi al Barcelona

La primera cerveza es la de tanteo. En la segunda hablas del curro y a la tercera aparecen las ideas geniales de futuro. Para la cuarta, cuando ya no sabes ni qué decir, viene a tu rescate el mercado de invierno. Mercado de reparación que dicen los italianos. Genios. Difícil que los fichajes de enero te arreglen la plantilla pero igual te salvan alguna noche tonta. A mí me pasa con Magallanes. ¿Lo recordáis? Federico Magallanes fue un delantero uruguayo con pasado precario en España y que también probó suerte en Francia. Allí jugó en Dijon pero también anduvo sin equipo una temporada. Justo ahí comienza su leyenda. Resulta que en L'Equipe catalogaron ese curso aciago de Magallanes como 'sans club', pero varios blogs españoles interpretaron esa fría definición como un error tipográfico, tiraron de mayúsculas y convirtieron el año sabático en todo un periplo en las filas del Sans Club, de repente un viejo club de Francia. Tanto creció la confusión que incluso Don Balón informó del paso de Magallanes en el modesto Sans Club. Los limites de la realidad y de la profesionalidad fueron entonces tan elásticos como divertidos.

Imposible no recordar a Magallanes pensando en Bakambu. Imagino la cara del delantero congoleño, tirado en el aeropuerto de Hong Kong sin saber muy bien qué hacer. Antes de tomar el primer avión en Corea le pidieron que viajara de inmediato a Barcelona para convertirse en el próximo delantero del Barça pero entre vuelo y vuelo le avisaron de lo contrario. El enésimo despropósito de Bartomeu se lo tomó bien Bakambu, pidiendo a Transfermarkt que actualizaran su perfil con el último equipo en el que había jugado: el Almost Barça, el Casi Barça. Bartomeu no resucitará el cruyffismo pero de momento ha igualado la de Magallanes. Que no es poco.

Bakambu, en su etapa con el Villarreal.

Como todos los grandes artistas en decadencia, este Barcelona es una máquina imparable de generar titulares. 'Keith Richards abuelo subido a un cocotero'. Las últimas noticias tienen que ver con esta búsqueda disparatada de un nueve suplente a la que parece verse atraído el club blaugrana siempre que vienen mal dadas. Uno se pregunta si los clubes en crisis buscan en enero los mismos imposibles que yo cambiando el corte de pelo para sentirme joven. En todo caso les alabo la ilusión: un día de estos ficharán gratis a un suplente de Luis Suárez, jovencísimo y muy disciplinado a la hora de chupar banquillo, meterá 20 goles y nos callarán a todos la boca. Mientras llega el milagro, entre ellos, Bakambu y Twitter nos han arreglado la cuarta cerveza de los próximos años.