Mejor imposible

La madre de todos los partidos de Copa. No hay un enfrentamiento que honre más el torneo del K.O. Tiene todos los matices que uno pueda imaginar. El hecho de que sea definitivo lo convierte en histórico, es la primera vez que se verá en La Catedral. El seguidor del Athletic, optimista por naturaleza, piensa en su inmesa mayoría que mejor ahora que en una final. Harto de alcanzarla y de que Messi arme la marimorena y la finiquite casi cuando le venga en gana. También percibo una sensación de revancha deportiva sana adelantada por la que se jugó en 2015 en el Camp Nou, aquella extraña votación para la elección de la sede que acabó en la boca del lobo y en bilbainada fallida. Aquel día, precisamente, el 10 hizo el gol más espectacular que yo recuerdo en la historia del campeonato, se marchó de todo Bizkaia para poner en pie su templo. Imagino lo especial que será para Eder Sarabia, hijo del mítico león: Manu Sarabia. Amigo personal de Setién, compañeros que lo fueron a finales de los ochenta en el CD Logroñés. En la retina, el mejor gol en lo que va de LaLiga y también el primero, el chilenón de Aduriz a Ter Stegen. Aquel 4-0 en la ida de la Supercopa con el hat-trick del veterano delantero gipuzkoano. Aquel Athletic Club, por cierto, entrenado por Ernesto Valverde. Su figura flotará en el ambiente. Emérito y rey vigente del torneo, cara a cara. Ezin hobeto (mejor imposible).