A Ipurua se llega con las botas puestas
El Eibar del gran Mendilibar te obliga en Ipurua a bajar del autobús vestido ya de corto y con las botas puestas. Los eibarreses te obligan a salir desde el principio concentrados en los centros laterales y jugadas a balón parado y los rojiblancos siempre salieron perdiendo en esas jugadas hasta que llegó el gol de Burgos. A partir de ahí, un quiero y no puedo por parte de los del Cholo, que hasta el segundo tiempo no entendieron que Arias y luego Lodi tenían la llave del peligro atlético, rompiendo por fuera, fuese con los movimientos por dentro de los interiores o los cambios de orientación a los laterales buscando el dos contra uno.
Ir a remolque te obliga a tener la pelota y encontrar la fluidez en el fútbol. De nuevo, a pesar de que durante media hora merecieron algo más con la mayor participación de João y Vitolo, a los de Simeone les faltó finura en la creación. La falta de dinamismo de Herrera a la hora de romper línea de presión del Eibar, y de elaboración de Thomas, hicieron que las posibilidades se redujesen. No salir del bus con las botas puestas y la falta de claridad en la creación, dejan a los rojiblancos con una final en el horizonte: la del derbi en el Bernabéu dentro de dos semanas.