La imprescindible resistencia a Messi
El discurrir reciente de los enfrentamientos entre Barcelona y Atlético se ha escrito a partir de la letra de Messi


El discurrir reciente de los enfrentamientos entre Barcelona y Atlético se ha escrito a partir de la letra de Messi. El ‘10’ siempre marca la diferencia en el litigio entre ambos y Simeone no ha atinado con la manera de minimizar su impacto en el desarrollo del partido. A veces lo ha logrado de forma puntual, pero se ha tenido que rendir al golpe de genialidad del azulgrana. La referencia cercana del encuentro liguero respeta esta pauta. La presencia de Saúl como lateral izquierdo obedeció a asegurar las vigilancias sobre el argentino hasta el punto que el rojiblanco centraba su posición por momentos y dejaba el carril para Koke, pendiente de Sergi Roberto. Sorprendió de inicio la posición de Messi tan estática en la banda derecha para recibir ahí. Sin embargo, creció al tiempo que el ímpetu y el orden del Atleti disminuían, apareció más entre líneas y dispuso de huecos para decidir el encuentro.
El Atlético debe reducir las apariciones de Messi y evitar que sus compañeros le encuentren con continuidad y en situaciones de posible desequilibrio. En el Wanda entró en demasiadas ocasiones en contacto con el balón —69 pases recibidos— cuando los de Simeone moderaron la presión alta inicial. El repliegue intensivo rojiblanco pretendió enredar las asociaciones del rival, pero Messi siempre halló una vía de acceso entre Koke y Herrera y atrajo a Thomas hacia su figura para después originar contextos de peligro. Con mayor o menor grado de acierto, Messi intentó hasta nueve entregas de finalización —cuatro exitosas— para tender a los de Simeone. El sistema de ayudas y basculación del Atleti, que incluirá en ese sector a Thomas, Saúl y Koke (o Herrera), ha de afinar su custodia estrechando aún más los pasillos. Con Sergi Roberto más abierto y Semedo tomando el costado, la estructura no se puede ensanchar. Además, Valverde tiene la opción de dar minutos a Vidal. El perfil del chileno agranda los espacios para Messi. Vidal gana altura y se alinea incluso con Luis Suárez, fijando a los centrales para que en la zona de influencia del ’10’ no haya tanta oposición. Messi puede desbordar a través de una pared con él y con Suárez.

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La previsible titularidad de Jordi Alba, otro de sus principales socios de confianza, también abre un escenario distinto al vivido en el Wanda. En el compromiso liguero, Messi apenas miró las incorporaciones de Junior en el lado débil, pese a que el lateral llegaba en diversos momentos con libertad. La renuncia a producir este tipo de jugada fue evidente —le dio un pase en todo el duelo—. El Atleti tendrá que convivir con la amenaza del lateral y de Griezmann por el lado izquierdo. El balance de Correa es obligatorio y Thomas no puede perder la atención de lo que suceda a su espalda. La trascendencia de la alianza entre el argentino y Jordi Alba así lo exige. En achicar a Messi empiezan las posibilidades reales del Atlético.

La transición del Barcelona

El Atleti cayó en LaLiga por un contraataque azulgrana en el que estaba mal parado al no finalizar la jugada. Messi recibió muy solo de De Jong con el bloque rojiblanco totalmente partido. Saúl no saltó sobre él. Son acciones que no se pueden repetir.





