Los mismos jugadores que aficionados
Albert Celades desplazó ayer hasta Yeda a 26 futbolistas, todos los de la primera plantilla más dos del filial. Curiosamente el número de futbolistas coincide con el de aficionados del Valencia que viajarán con entrada comprada en el club. Coincidencia diabólica. Tampoco es que vayan a ir muchos más de los otros tres contendientes. Está claro que los aficionados habituales de los cuatro equipos en esta Supercopa son invisibles. Mientras, ayer por la tarde, la RFEF, organizadora de esta competición en la que ya no sólo juegan el campeón de Liga y el de la Copa, anunció a bombo y platillo que las entradas del Atleti-Barça se habían agotado y de las del Madrid-Valencia sólo quedaban 10.000 a la venta. Un exitazo.
El caso es que, de entrada, se va a hacer raro ver el estadio lleno con aficionados neutrales que van a ver más un All-Star que una competición oficial en la que se juega un título. Que esto es así sólo por dinero es obvio, aunque unos se lleven mucho más que otros a pesar de no haber hecho ningún mérito para jugar esta competición. Para Rubiales, sin ellos habría sido imposible vender la moto a Arabia Saudí. El formato me gusta, todo lo demás y la forma de llegar hasta aquí, no. El fútbol moderno, lo llaman. Desde mañana se verá si esta competición coge calado y se repite año tras año o si es un fiasco que no interesa a nadie. Los equipos parece que se lo tomarán en serio.