Todavía retengo la imagen de los hinchas baskonistas mientras salían el año pasado del WiZink Center, cabizbajos, después de caer a la primera ante el Joventut. "¡Qué palo para ellos y para la Copa!", comentaban alrededor otros incondicionales del básquet. Aquel resultado destapó la magia de la Copa del Rey con una de esas sorpresas que dan sentido a esta competición y con una soberbia actuación de Laprovittola, que aquel día metió 36 puntos y redondeó 50 de valoración, pero también expulsó del torneo a la mejor afición, la que siempre desplaza a más gente, sea a Madrid o Gran Canaria, y la más animosa fuera de los pabellones. Aún se recuerda el divertido pasacalle que montaron en Las Palmas hace dos años en convivencia con otras aficiones. Su presencia asegura la fiesta.

El drama será mayor en la siguiente edición, porque ni siquiera viajarán a Málaga. El Baskonia ha quedado eliminado de la Copa a falta de una jornada para el cierre. Ya hay cinco plazas fijas: el Madrid, el Barça, el Zaragoza, el anfitrión Unicaja y el Tenerife, que la logró este domingo. Todavía faltan otros tres puestos por decidir, pero ninguno será para el equipo alavés, matemáticamente fuera tras perder ayer en Vitoria ante el Manresa. La Copa pierde así a un fiel embajador. En los últimos 20 años, por buscar una cifra redonda, hasta 21 equipos jugaron la Copa. Sólo dos estuvieron en todas: Madrid y Barça. El siguiente más leal es justamente el Baskonia, con una sola ausencia, casualmente también en Málaga. En ese periodo logró cuatro de sus seis títulos coperos. La crítica situación del equipo vasco, que ha obligado al relevo en su banquillo, la entrada de Ivanovic por Perasovic, le ha excluido del torneo más atractivo del baloncesto. Hace unos días logró vencer al Barça en la Euroliga, en una victoria que empujaba a la esperanza. Aún hay tiempo. Pero no será en la Copa.