Calidad, jerarquía, fútbol

En un encuentro preparatorio de aficionados entreverados de veteranía e ilusión, Alfredo Relaño, Xavier Fortes y el que suscribe (que en su adolescencia se llamó Juan Azulgrana) comentamos, desde la perspectiva de los equipos que nos enfrentan, este partido de hoy. Un encuentro así se parece a una exposición universal: los futbolistas expondrán lo mejor que tienen, y los aficionados rabiarán porque el otro es mejor que el suyo. Mi nieto, madridista de ocho años, me dijo, cuando tenía siete, que adoraba Barcelona…, antes de llegar al Barça-Madrid de hace dos primaveras.

Cuando el Barça se puso demasiado por delante el niño me dijo: "Ese gol fue fuera de juego". Ahí me di cuenta de que ya era un aficionado leal, como Tomás Roncero, pongo por caso. Me reafirmé en su adscripción blanca cuando, acabado el partido, me dijo con una mirada que evitaba el sollozo: "¡Nunca más me traigas a Barcelona". Este Clásico, decíamos en aquel encuentro de veteranos enfrentados por sus respectivas pasiones, se jugará en paz y dejará regustos del fútbol, invenciones de Messi o de Modric. Fortes y Relaño hablaron de Piqué y de Ramos, "los mejores centrales del mundo". Los dos tienen algo de madrileños, decía Relaño, "porque Piqué es pícaro, como Ramos". Ellos garantizan la jerarquía. El Clásico garantiza el fútbol. Ya verán.