El papel de Valverde y la suplencia de Casemiro

El subidón en el descuento mitigó el extravío del Madrid en Mestalla. Fue un equipo de contrastes, abrumador de inicio y rutinario después ante un Valencia cada vez mejor amueblado y desafiante. Se le cayó el plan muy pronto, después de unos primeros 25 minutos en los que arrinconó a los de Celades con una presión sostenida y el control posterior de la segunda jugada. En ese contexto no notó la suplencia de Casemiro, en vista al Clásico, al arrogarse Valverde el papel principal en el quite a base de intensidad y despliegue (siete recuperaciones en el primer tiempo). En cambio sintió negativamente el Madrid la falta de Hazard y una idea ofensiva más firme. Nacho no es lateral, Isco y Rodrygo desentonaron esta vez y sólo la singularidad camaleónica de Benzema de aparecer por todos los sitios validó los ataques. El dominio del Madrid no se reflejó en los últimos metros, sin desborde individual y con una circulación muy densa.

El Valencia equilibró las fuerzas con un Parejo superlativo. El empuje sobre el capitán valencianista aminoró, una cuestión lógica por la pérdida de aliento de los centrocampistas de Zidane y al retrasar también Valverde su posición siendo Kroos el que saltaba más arriba. Parejo hizo suyo el partido, Rodrigo apareció entre líneas y el Valencia movió de dentro a fuera y fuera a dentro con cierta facilidad. La escena reclamaba a Casemiro, pero Zidane no recurrió a él. Fue razonable al no haberle alineado desde el principio, aunque ya no podrá alegar que su mente no estaba en el Barcelona. El Valencia plasmó ese mejor momento con el gol de Soler en el que Celades participó de forma trascendental en la autoría del mismo por reubicar a Wass como lateral y a Ferran por delante del danés al dar entrada a Manu Vallejo. El Madrid se vio en la lona y se remangó a la heroica para salvar el empate con el gol de Benzema que le deja en el mismo escalón del Barcelona. Todo sigue igual antes del Clásico, el mal menor para ambos.

La huella de Rodrigo

Su ubicación siempre generó la duda en el Madrid. Sus intervenciones a la espalda de la medular forzaban a Ramos a salir, pero no siempre llegaba a tiempo. Valverde y Kroos tomaban más altura. En el gol pudo lanzar la contra tras la dejada de Wass.