La falta de ocasiones, la no expulsión de Cucurella y Mateu
Dos puntos de 15, cinco partidos sin marcar y, le moleste a quien le moleste, sin generar peligro. Las oportunidades del Real Valladolid ayer en Getafe se pueden contar con los dedos de una mano y sobran más de la mitad. Seguramente es un debate más profundo, pero duele ver un equipo de Primera División en la que no hay un pase en profundidad, en vertical, paredes en la frontal del área. Nada ¿Es la apuesta del equipo, del entrenador, o es que el equipo no tiene más? Yo tengo la sensación de que es una mezcla. El conjunto blanquivioleta va con el freno de mano echado, priorizando la defensa, que no me parece mal, pero cuando tienes que atacar, porque vas perdiendo, no generas nada. Más vale que el mercado de invierno ponga solución a esto. La segunda parte de ayer es de la más tristes que se recuerdan, abajo en el marcador, sin apabullar al rival y ya van unos cuantos.
Y haríamos mal en escudarnos en que Cucurella debía estar expulsado cuando marcó el primer gol. Es verdad. La falta era de amarilla y era la segunda, pero eso no tapa los dos errores defensivos de los goles. De nuevo, el rival hizo más de 20 faltas a los blanquivioletas, concretamente, 28, batiendo el récord de los pucelanos, cortando cualquier opción de salida, pero sin ser castigado por un Mateu Lahoz sobrepasado por el personaje. No tuvo bemoles para expulsar al catalán, le pareció demasiado sacar dos amarillas en la primera parte y también fue clave.