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Partido de transición y el Atlético luchará por la Champions

Madrid

En octavos. El Atlético está en octavos de Champions y el lunes conocerá su rival en el cruce. El equipo madrileño fue muy superior al Lokomotiv y sólo la falta de acierto ante la portería rival evitó más goles. No había ninguna duda de que el Atlético era mucho mejor que su rival, pero los resultados no están acompañando al equipo y de ahí que hubiera algunas dudas. Pero el Atlético salió desde el primero minuto en busca del triunfo, conocedor de que en un partido de esta trascendencia, en casa, con el Wanda Metropolitano volcado, no podía fallar. No lo hizo. Cumplió el cometido, que era lo más importante. El club se plantea como uno de los grandes objetivos pasar esta fase de grupos. Y superar los octavos, es decir estar entre los ocho mejores del continente. El Atlético se había complicado su clasificación pero tenía a su favor la baza de este último encuentro. Este triunfo dará tranquilidad a un equipo que la necesitaba.

La salida. El equipo madrileño había fallado un penalti, marcado en otro que le señalaron y le habían anulado un gol en media hora de partido. Desde el inicio se vio que no era un partido más. Simeone ya dijo en la previa que era una oportunidad para mostrar lo que es este equipo. No era un encuentro para florituras y sí para ganarlo desde el saque inicial, aunque el Lokomotivo no opuso demasiada resistencia.

Los penaltis. El Atlético ha fallado esta temporada tres de los cinco penaltis que ha tirado. Eso es dar demasiado ventaja a los rivales. No es normal tanto fallo desde el punto de penalti. Tener un buen lanzador en un equipo te da puntos y victorias. Y está claro que el Atlético no lo tiene. Me gustó la personalidad de João Félix de querer lanzar el primero (aunque lo hizo Trippier por decisión del Cholo) y también el segundo. El portugués mostró carisma para asumir la responsabilidad en un momento complicado. Y eso es muy positivo de cara al futuro. Por cierto, al delantero se le ve mejor en cada partido que pasa, quiere tener más protagonismo y demostrar su valía.

El cruce. Poco importa ahora el rival que tendrá el Atlético en octavos. El equipo madrileño suele hacer sus mejores partidos ante los equipos grandes y seguro que ni PSG, City, Bayern, Leipzig o Liverpool estarán contentos de medirse a los de Simeone. De aquí a que se juegue la eliminatoria queda mucho y el Atlético irá a más. Los que esperaban que el equipo madrileño se quedara fuera de esta competición aún tendrán que esperar.

Movilización. La afición del Atlético se movilizó para el partido, consciente de lo que había en juego. En partidos así la hinchada rojiblanca responde como pocas. Horas antes me escribió orgulloso mi amigo Giulio Modesti, quien se desplazó desde Bari junto a su hijo Andrea, de cinco años. “Todo por ver ganar al Atlético”, razonaba el seguidor rojiblanco. La vuelta a casa hoy será más sencilla, aunque tenga que hacer escala. Por él, por muchos que como este socio italiano lo dejan todo por el Atlético, el equipo de Simeone tiene que dar el máximo en cada partido. Porque la gente sigue teniendo fe en este equipo, en estos futbolistas, en este entrenador... Por todos ellos el Atlético está obligado a no rendirse.

Osasuna. El triunfo debe servir como punto de inflexión para un equipo que necesita ir recuperando puestos en el campeonato liguero. Quedan dos partidos para las vacaciones, Osasuna y Betis, y esos seis puntos devolverán al Atlético al sitio que le corresponde. De momento los rojblancos salvaron el primer match ball del ejercicio.