La fuerza del Valencia de Celades

Gameiro Gameiro le alegró el derbi a Cillessen, que no tuvo su día. Sus goles y Rodrigo fueron claves para que el Valencia conquistara 8 años después Orriols. Celades puso pica en otro estadio que era tabú para el valencianismo, como hiciera en Stamford Bridge y San Mamés. Lo hizo Celades tras otra demostración de lectura de partido y de recursos tácticos. Su cambio del 4-3-3 al 4-4-2 le hizo tanto daño al Levante como el autogol de Roger al filo del descanso. A partir de ese instante Rodrigo fijó al debutante Eliseo y al reconvertido Coke; y por ahí el Valencia le arrebató al Levante un derbi que tenía bajo control y con dos goles a favor, un equipo el granota que en su virtud, su adn ofensivo, tuvo su castigo.

El Valencia se marchó de Orriols reforzado de cara a su ‘final’ en Amsterdam. La tarea allí es de aúpa, porque lograr el pase a octavos no solo implica ganarle al Ajax en su casa sino también eliminarle de la Champions (salvo hecatombe del Chelsea). Pero este Valencia se ha ganado que se crea en ellos. La fuerza ché está en la mentalidad de su vestuario, un grupo que tras ganarle al Barcelona de Messi la Copa nunca deja de creer en sí mismo. Por más adversidades que se le crucen, por más tiros en el pie que se pegue el club. Y Celades, además de leer los partidos, supo ganarse a ese vestuario. Eso también es síntoma de buen entrenador.

 

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