Ona, competitiva y sacrificada
Decía hace una semana que la vida de Ona es un cuento de éxito que debería ser contado a todos nuestros pequeños. Reconozco que admiro de ella su capacidad de transformarse y adaptarse con éxito a cada reto que se pone en la vida. Sale victoriosa, pero siempre trabaja con empeño, se prepara y compite. Lo lleva en la sangre.
Su capacidad y su talento en la piscina se resume en 23 medallas. Sobresaliente. Les pongo otro ejemplo. Le llegó la oportunidad de participar en Masterchef. Primero dijo sí y luego se tomó el reto como unos Juegos Olímpicos o un Mundial de natación sincronizada se tratase. No sabía nada, no distinguía ingredientes y se puso manos a la obra. Empezó con cursos online, se estudió recetas y las cantidades exactas que llevaban, estuvo de aprendiz en El Celler de Can Roca y 'se entrenaba' casi a diario cocinando de siete a una de la mañana. 'Engordó' a sus amigos con tantas recetas y ganó el concurso. Otro éxito más en su brillante carrera. ¡Felicidades Ona por el premio AS y por ese riquísimo postre con lo que has sorprendido a todos los invitados de la gala!