Un punto basado en la defensa

El Real Valladolid sumó un punto en su visita a Balaídos y recuperó una serie de señas de identidad como la solidez defensiva, salvo los dos errores groseros de Salisu, con el premio de dejar la portería a cero y sumar un punto balsámico que le mantiene a cinco de un rival como el Celta de Vigo que si bien, por presupuesto, debía pelear por objetivos más altos, ahora mismo se encuentra por debajo de los blanquivioletas. Y no sólo defendieron los de atrás, sino que todo el equipo se implicó en un trabajo que debe ser una de las líneas maestras de la segunda plantilla con menor presupuesto.

También fue destacable el partido de Joaquín en su vuelta tras la lesión. Dice mucho del almeriense que juegue por delante de otros tres medioscentros (Alcaraz, San Emeterio y Anuar) y sea el que mejor rendimiento da. Es un dato para reflexionar. Cubre mucho espacio, se impone en el juego aéreo y oxigena a Míchel para que pueda crear, pero el valenciano ayer no estuvo brillante en la creación. Lástima que Joaquín se vaya a perder el encuentro ante la Real Sociedadal ver la quinta en el estadio celtiña porque el Valladolid con él en la sala de máquinas parece otro.

Y luego está lo de la falta de gol. Desde el tanto de Sandro en las postrimerías del partido ante el Mallorca, el Real Valladolid acumula ya 180 minutos sin marcar. No sólo preocupa este dato, sino las pocas ocasiones que genera el equipo. Hay que amarrar atrás, sí, pero sin olvidar crear peligro arriba. Quizás la teoría de la manta vuelve a ser válida en esta ocasión.