¡Que resucite Luis o que vuelva Del Bosque!

El espectáculo que vienen dando los seleccionadores nacionales de un tiempo a esta parte es impresentable. Y no parece que vaya a remitir. Si la salida de Lopetegui fue verbenera, lo que está pasando ahora es simplemente inadmisible. Tenemos una Selección que ha terminado primera de grupo y que el sábado será cabeza de serie en el sorteo de la Eurocopa. Fue después de una victoria por 5-0 a Rumanía, precedida de un 7-0 a Malta. En cualquier otro sitio esto se habría celebrado al menos con un brindis. Pero aquí ese 12-0 acumulado acabó como el Rosario de la Aurora. Y cuando todos pensábamos que sería imposible hacerlo peor, llegó la rentrée de Luis Enrique, quien en vez de aprovechar el muletazo que le había dado Robert Moreno en forma de comunicado más o menos elegante, optó por echar sapos y culebras por la boca. Y sin ni siquiera ser preguntado. 

Luis Rubiales, sin comerlo ni beberlo, se ha encontrado el cisma. Sinceramente, Luis Enrique no le hizo ningún favor al abrir la caja de los truenos. Al asturiano le debería haber bastado, y consolado de cualquier deslealtad, con que el presidente de la Federación diera más valor a la palabra que le dio a él que al contrato que le firmó a Robert Moreno. Al final, Rubiales ha roto un contrato para cumplir una palabra. Eso debería haberle alcanzado a Luis Enrique para echar pelillos a la mar y dar por bueno el primer comunicado de Moreno. Con haber dicho eso que dice cuando no llama a Parejo, "no hablo de los que no están", habría cerrado elegantemente una herida que ahora vuelve a supurar pus. 

Pero lo peor no es la bronca de patio del Dueso de los dos últimos seleccionadores. Lo peor es que yo ya he vivido esto. Ya he vivido otras etapas oscuras de la Selección. Siempre que ha pasado esto la deriva ha sido peor y ha terminado, previa satanización de la Prensa, con bloques enfrentados. Con 'guerracivilismo'..., y eliminados en octavos, como mucho en cuartos. Cuando mejor le ha ido a España ha sido con Luis Aragonés, primero, y definitivamente con Vicente del Bosque. ¿Es imaginable a Del Bosque en el actual escenario? Pues bien, con paz, entendimiento y armonía, España ganó dos Eurocopas y un Mundial. Con bronca, seleccionadores RH positivo, capitanes que mean colonia, divos de vestuario, celos y traiciones, no nos comimos un colín. Sólo cabe un milagro, que resucite Luis, o un imposible, que vuelva Del Bosque. Pero ya.