La tranquilidad dura lo que dura, pero hace ya un buen tiempo que a James le ha costado más de lo habitual mantener en positivo su curva de rendimiento. A la lista de días fuera del campo por molestias, sus decisiones deportivas y personales (¿era buena idea volver a Madrid?)... esta vez, le suma la mala fortuna de una lesión en la rodilla que hizo temer lo peor. Fue difícil entender por qué Queiroz convocó a un jugador que trabajaba diferenciado en su club, pero fue el propio entrenador de Colombia quien se animó a confirmar que James estaba listo para jugar contra Perú este viernes en Miami. El plan, bien se sabe, cambió radicalmente y la próxima parada de James será en Barajas.

Sin parte médico oficial confirmando la gravedad de la lesión, se habla de al menos tres semanas de incapacidad. Un alto más en la pelea para que James se vuelva a ganar un lugar de titular (y en el corazón) de Zidane. Empezó bien esta temporada. Ilusionó hasta el partido frente a Granada en el que hizo gol... pasando por Sevilla, Valladolid y Levante (contra PSG fue un caos colectivo). Se despidió el 22 de octubre con 11 minutos frente a Galatasaray. Ahora viene una prueba más a su espíritu ganador, a su capacidad para ocupar un lugar en la historia. Dependerá de su voluntad. Lo cierto es que va a tener que volver a empezar. Poner primera mientras que Hazard y Rodrygo ya van en cuarta velocidad.