El Zaragoza se trae un punto de oro

El Real Zaragoza hizo de la necesidad virtud y se trajo un punto de oro de Almería frente a un rival directo, un rival que estrenaba entrenador, porque a su dueño, el millonario saudí Turki Al-Sheikh, el segundo puesto le sabía a poco. El equipo de Víctor Fernández acudía a la cita en circunstancias muy complicadas, sin su portero y sin su delantero centro titulares, pero logró sobreponerse a todo y logró un valioso empate, que hasta pudo ser victoria, si se ponen en la balanza sus méritos futbolísticos y sus ocasiones de gol.

El Zaragoza, con Raúl Guti y Eguaras espléndidos, firmó una tarde completa, y se comportó siempre como un equipo serio y recuperado, perfectamente ordenado en torno al 4-2-3-1, y con un Linares providencial, que demostró su oficio de artillero con un gol de bandera. Un gol que recompensa su paciencia y su profesionalidad. Apenas había jugado en esta temporada, pero aprovechó como nadie su oportunidad, hablando en el campo.

El Zaragoza sólo estuvo a merced del Almería en el cuarto de hora inicial, pero luego tuvo el control y las mejores ocasiones, especialmente en la segunda parte, en la que multiplicó su ambición y se acabó de afilar con la entrada de Linares. Además, tuvo que levantar la losa de un gol a balón parado al filo del descanso, quizá en su único error grueso en un partido esperanzador. El punto sabe a gloria, tanto como las brillantes actuaciones de Raúl Guti y Eguaras.