Hazard abandera al Madrid
La rectificación del Madrid al gatillazo del día del Betis no tardó en llegar con un partido redondo en Ipurua. La goleada atenuó las dudas colectivas, encontró a Hazard y Modric y confirmó de nuevo a Benzema y Valverde. Fue el primer gran envite del belga como jugador blanco, realmente decisivo, un desarrollo apuntado ya en el doble enfrentamiento contra el Galatasaray y en ratos de los compromisos ante Leganés y Betis. Hazard ensanchó un campo tan estrecho como es el del Eibar y aumentó la velocidad de sus intervenciones tanto en el pase como en la conducción: seis regates buenos, 20 entregas exitosas en zona de ataque... Por él debe pasar el sistema ofensivo del Madrid, además de por un Benzema que sigue de dulce. Los apoyos del galo transmiten un salto de calidad en la circulación. Es un movimiento clave en la proyección madridista. Modric también se sumó a la causa como guionista principal en la dirección de juego —56 pases buenos— y sus toques siempre contribuyeron a la profundidad en un equipo en que todos bordearon el sobresaliente.
El Madrid mostró tal autoridad por superar el nivel de intensidad del Eibar y por saber cómo rebasar su bloque alto. Zidane no quiso que su equipo cayera en la horizontalidad y ordenó a sus jugadores que incrementaran sus apoyos y rupturas de forma sincronizada para acercar al conjunto al tiempo que lo estiraba. El grado de acierto y celeridad en los pases desfiguró al Eibar y giró el partido muy pronto en favor del interés blanco. En cualquier caso, hay que poner en contexto el paseo triunfal del Madrid. El Barcelona también pasó como un trueno por el mismo escenario hace casi un mes. Es una evidencia que este Eibar es menos Eibar que nunca, desorganizado en la presión e inconstante en los esfuerzos. Su media de robos en terreno contrario alcanza las 12 este curso por las 21 del pasado. Los rivales escapan de su acoso y su posición defensiva es un regalo para jugadores de la altura de Hazard, la bandera del Madrid en Ipurua.
Toque y movimiento
Modric da una línea de pase a Valverde y el uruguayo después continúa la acción. Mendy progresa por la izquierda. Nadie se paraba. El Madrid jugó rápido en sus primeros pases.