LA PIZARRA TÁCTICA
La declaración de intenciones de Zidane
Pocas noches se encontrará el Madrid tan apacibles como fue la visita del Leganés. Entre la virtud de uno y el demérito del otro se dibujó un partido de una única dirección y con aire de continuidad respecto al capítulo de Estambul. La alineación repetida de Zidane es una declaración de intenciones sobre la que quiere edificar a este Madrid. Se replicaron hábitos y situaciones y volvieron a brillar jugadores como Kroos, Rodrygo y Benzema. El Leganés flaqueó en todo momento, fuera de plano y desbravado, rutinario en ataque y transparente en defensa, pero el Madrid no se permitió el ahorro en el esfuerzo, nunca escuchó la llamada de bandera blanca del rival y tramitó el encuentro con sobrada suficiencia.
Se empiezan a reconocer algunas normas en el juego blanco que son importantes. Las incorporaciones a zona de remate de Kroos y Valverde (cuatro disparos entre los dos) dan un salto de calidad a la ofensiva, sumado a los movimientos de Benzema por todo el frente. El área se ocupa mejor con los dos interiores y las apariciones de Rodrygo y Hazard. Además, el brasileño propone en la banda derecha un modo de actuación que estira al Madrid por fuera y no le limita el juego por dentro. Son valores nacientes en un equipo que respira de otra forma, aunque ni Galatasaray ni Leganés resultan unas varas de medir fiables.
Sin vigilancia
Las recuperaciones de Casemiro en el 2-0 y 3-0 descubrieron al Leganés por no atar a Hazard. El belga estaba solo. Bustinza no le fijaba, tampoco Tarín.