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CARLOS CARIÑO

La clave del Granada fue acertar con el entrenador

El éxito del Granada es el resultado de un trabajo muy bien hecho que comenzó el verano de 2018 tras el chasco de no ascender a Primera.

Diego Martínez, entrenador del Granada.
ParkerDIARIO AS

El éxito del Granada es el resultado de un trabajo muy bien hecho que comenzó el verano de 2018 tras el chasco de no ascender a Primera. Antonio Fernández Monterrubio, el eficiente director general, trazó una hoja de ruta basada en tres premisas, acertar con el entrenador, configurar una buena plantilla sin dispendios y conseguir un ambiente familiar y acogedor para favorecer el trabajo bien hecho. Diego Martínez fue el técnico escogido y el equipo empezó a crecer desde la humildad y la perseverancia. Ascendió con autoridad y para quedarse.

Desde el principio se vio que el equipo tenía buena pinta. La actual generación conocía por hemerotecas y el boca a boca al Granada finalista de Copa en 1959 contra el Barça, al gran equipo de los años 70 del siglo pasado con el recordado Joseito en el banquillo y eminencias como Ángel Castellanos, Porta, Fernández, Montero Castillo, ‘Chikito’ Oruezábal o Aguirre Suárez. Su gente no permitió la desaparición cuando cayó en Tercera. Pasito a pasito, tacita a tacita, el querido Granada recuperó sitio. Y ahora, con un propietario serio y solvente, el chino John Jiang, que deja trabajar y confía en sus empleados, la entidad crece y crece. Es el Granada de Rui Silva (futuro internacional con Portugal), del formidabe Germán, del eléctrico Machís, de Montoro, el amo de la sala de máquinas... y lo mejor está aún por llegar.