El nivel de Williams exige a la zaga de los nuevos rojiblancos

La prueba. La defensa de los nuevos del Atleti, estrenada durante 75 minutos ante el Bayer Leverkusen por la lesión de Giménez, afronta un examen delicado contra el Athletic. No por el volumen ofensivo de los de Garitano, muy disminuido cuando juega lejos de Bilbao, sino por la singular condición de un delantero como Iñaki Williams. A tenor de lo visto en sus cuatro salidas —Getafe, Mallorca, Leganés y Celta—, el Athletic es un equipo menos propositivo y agresivo que en San Mamés. Retrasa el bloque, hormigona la medular y mantiene una posición de espera para armar la contra. Todos sus partidos fuera han dejado pocos goles —uno a favor y tres en contra— como consecuencia. Encontrar a Williams es la salida natural para un conjunto replegado. Felipe y Mario Hermoso, muy distintos ambos en su rendimiento, deben estrechar sus vigilancias sobre el rápido delantero en fase de posesión del Atleti. La compenetración ha de ser perfecta, uno más atento a la marca y el otro preparado en la cobertura a una distancia prudente para poder frenar la velocidad de Williams. Felipe y Hermoso son centrales de anticipación, con mucha mejor colocación del brasileño, pero en el giro y retroceso sufren. En un duelo abierto estarán en desventaja.

Espacio por fuera. Williams se intercala en los huecos entre lateral y central. Sus movimientos de ruptura de dentro a fuera en busca de espacios libres alertarán a un Atlético con dos laterales adelantados como son Trippier y Lodi. Simeone dispone de la salvaguarda de alinear a Saúl en el interior por su potencial para volver y colocarle en paralelo a los centrales en la construcción inicial como medida cautelosa en caso de pérdida. Aunque tres no tienen por qué defender mejor que dos. La altura de los medios colchoneros influirá en la progresión interior del Athletic que tanto le cuesta.

El contexto interior. El conjunto de Garitano puede avanzar por dentro de dos formas. La primera es más elaborada y apunta a Muniain. El navarrro acostumbra a partir de banda, pero su tendencia a irse al centro e intervenir entre líneas complicará al equipo de Simeone si no atiende estas maniobras y nadie le aprieta. El segundo camino del Athletic parte de Raúl García. Con el excolchonero en la mediapunta el juego bilbaíno es más directo. Saúl no se puede diluir en los saltos aéreos con él, imponente en la peinada. Si Felipe o Hermoso han de enfrentarse a Raúl García, Williams podrá hallar situaciones de uno contra uno frente al central restante. El desplazamiento en largo de Unai López también ofrece una alternativa apropiada para los desmarques del delantero. Williams es el aliciente ofensivo de un equipo que anda muy corto cuando actúa a domicilio, discutido por su talento individual y por la vocación conservadora de Garitano. Reducir al nueve de Barakaldo parece la principal preocupación de Simeone. La zaga de los nuevos asume un desafío importante.