Una Europa League de fruto dulce
La mano de Machín ya se nota y es que en Razgrad, los blanquiazules dominaron las dos áreas. No fue un partido de excesivo dominio, pero sí plácido.

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La Liga es lo que te da de comer (Machín, dixit), pero a nadie le amarga un dulce. Y el Espanyol se está relamiendo con esta Europa League. Hacía 12 años que el conjunto perico no caminaba por Europa y ahora lidera el grupo H. Ya son 24 los encuentros sin perder de manera consecutiva en esta competición y se espera que sirva de acicate para enderezar el rumbo en Liga. El Espanyol de Machín ya gana y se puede descifrar que el bloque se ha que quitado un gran peso de encima. Su mano ya se nota y es que en Razgrad, los blanquiazules dominaron las dos áreas. No fue un partido de excesivo dominio, pero sí plácido. Ya lo firmamos. Y lo importante que es vencer para hacer ver que una idea es la correcta. El 3-5-2 da frutos.
Hacía falta un cambio y parece que se ha tocado la tecla acertada. Machín apostó por el plan B y funcionó. Jugar con tres centrales permite a Diego López estar más resguardado (imperial Bernardo) y lucir a Melendo de mediapunta genera optimismo. Cuando se ponga al cien por cien será excelente. Otros de los aspectos a relucir es el valor añadido que dan los jóvenes. En Liga, a Machín ya no le tembló el pulso para dar la titularidad a Víctor Gómez y ante el Ludogorets fue Campuzano el que brilló. Ya lleva dos goles. Su definición recordó a Tamudo y es talismán: si marca, no se pierde. ¿Y la estrategia? Se remató todo en ataque. Por fin todo empieza a encajar.



