Una decisión que debe reforzar a Paco Zas
El pasado 22 de abril, hace exactamente seis meses, Tino Fernández y su consejo se reunían y decidían presentar la dimisión en bloque. Este martes se repitió la cumbre en la Plaza de Pontevedra, sólo que ahora los protagonistas eran Paco Zas y sus consejeros. Hace medio año aquella decisión me pareció irresponsable. No por los motivos, totalmente lícitos, sino porque el equipo, en horas bajas, estaba jugándose el ascenso a Primera. En este segundo capítulo, con el mismo tsunami deportivista rodeando al palco, el desenlace ha sido distinto. Zas ha decidido quedarse, “no abandonar el barco” como él mismo dijo al término de la reunión.
Que siga no cambia que el Depor sea colista y que la salvación esté a cinco puntos. Pero sí evita un vacío de poder en la peor crisis deportiva de los últimos 30 años. Sí evita abrir otra vez la espita de una nueva elección presidencial que podría disparar más una fractura social que está devorando al club. Y puede suceder porque hay una parte que ve esto como un ‘o gana el mío, o leña al mono’. Y como no ganase el que esperan, que me temo que no lo haría, pues... La debacle deportiva es incuestionable y necesita pulso firme. Pulso firme de los jugadores. Pulso firme de Luis César. Y pulso firme de un Zas que sale reforzado. Eso sí, a partir ahora, y al menos hasta final de Liga, no debe dudar. Debe ser un patrón firme por mucha tormenta que azote al barco.