Invicto en territorio colchonero
La situación del Leverkusen en la Champions es muy fácil de resumir tras dos derrotas: o los de Peter Bosz rascan algún punto en el Wanda Metropolitano o pueden ir despidiéndose de la competición continental hasta el año que viene. Si se clasifican, claro. Los recientes duelos ante los colchoneros tampoco transmiten demasiada esperanza para el conjunto alemán.
Los de Simeone se han convertido en el verdugo del Leverkusen tras eliminarles en 2015 y 2017, en ambas temporadas en los octavos de final de la máxima competición continental de clubes. La cosa pinta mal a priori, aunque el equipo viajó a Madrid con la ilusión de cambiar esa racha negativa ante el Atlético.
Pero lo bueno de este deporte, y en Leverkusen lo saben, es que un partido puede cambiarlo todo. Está claro que el conjunto de las aspirinas no parte como favorito tras tres partidos consecutivos sin ganar, pero también es cierto que el feudo del Atleti se la da bastante bien. Visitó el Calderón en un total de tres ocasiones y nunca perdió en el tiempo reglamentario (en los octavos de 2015 fue eliminado en la tanda de penaltis); además, es consciente de que los rojiblancos tampoco atraviesan precisamente por su mejor momento. Por eso dentro del Leverkusen todos son conscientes de que el partido ante el Atlético de Madrid es un ahora o nunca.