Volver a ser dañinos

Es el sospechoso habitual, pero es que en cada partido que juega, la falta de gol le delata. Cierto es que trabaja y se asoma, que pelea y tiene voluntad, pero le falta lo más básico para un delantero, el gol, el instinto, la capacidad de fabricar de la nada un tanto. Tiene que mejorar en el control de balón, en el disparo. No se trata de poner el foco en Unal ya que el turco hizo un partido digno en San Mamés, pero falló la más clara e importante opción del Valladolid de haber marcado y eso es un lunar tan gordo que eclipsa todo lo demás. ¡Mira que tenía opciones! pues eligió la peor. A ver si los consejos de un mega crack como el presidente Ronaldo le sirven a Unal para la próxima.

Otro cantar sería fijarse en los que no estuvieron, directamente. Sobre todo Guardiola que lleva semanas desaparecido y escenificó en Bilbao una situación que preocupa. Lleva sin hacer una ocasión de peligro demasiado tiempo. No se acerca ni busca y no entra en contacto con el juego... ni con el balón. Parece desesperado y hasta cansado. No es ni la sombra del buen jugador que mostró sus garras en aquella cabalgada de Ipurua el año pasado. Incluso se le vieron gestos de reproche hacia sus compañeros, seguramente fruto de la desesperación de no estar cerca siquiera del gol. Urge recuperar ese jugador dañino para los rivales. Lo tiene dentro, sólo debe buscarlo y sacarlo a relucir, porque bueno lo es un rato...