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San Mamés nos espera

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Feliz 700.- No era un partido más. Era el 700 de nuestra amada Selección Española. Esa que durante nuestra infancia y adolescencia nos dio tantos disgustos (Katalinski en 1973, el no gol de Cardeñosa en 1978, el ridículo en nuestro propio Mundial en 1982...), esa que en nuestra juventud nos fue alegrando la vista (subcampeones de Europa en 1984, cuartofinalistas en el Mundial de 1994 y el de 2002) y esa que ya casados y con hijos nos ha hecho tocar la gloria (Euro de 2008, Mundial de 2010 y Euro de 2012). Alcanzamos el objetivo sufriendo, como debe ser para que sepa mejor. En el descuento, en el minuto 92, cuando los suecos ya batían palmas de gozo convencidos de la gesta. Pero la fe de España es inquebrantable desde los tiempos de la furia, con Telmo Zarra a la cabeza. Rodrigo Moreno, con fiereza, nos metió con su gol de bravura en otra gran cita. San Mamés nos espera. Un escenario maravilloso para una Eurocopa que nos rescatará la ilusión extraviada tras las debacles de Brasil (2014), Francia (2016) y Rusia (2018).

Puerta, In Memoriam.- Y mira que nos costó. En Suecia siempre pasamos las de Caín. Solna no es un barrio cualquiera. Aquí, el 7 de octubre de 2006, debutó con España el inolvidable Antonio Puerta, que llevaba ese ‘15’ a la espalda con el que desde hace años le rinde memoria Sergio Ramos luciéndolo desde entonces con La Roja. Así lo escribió el camero en sus redes sociales: “13 años y una semana. En Suecia iniciaste una andadura con la Selección que debió ser mucho más larga, pero que desde entonces es eterna. Mi 15 es tu 15, el 15 de todos”. El chaval saltó al viejo Estadio Rasunda (el de esta ocasión ha sido otro, el moderno Friends Arena) en el minuto 51 en lugar de Capdevila. La cosa estaba cruda. 1-0 para los suecos y la España de Luis Aragonés en su share más bajo de popularidad. Les rescato con orgullo este párrafo que este servidor escribió en esa noche de infausto recuerdo: “Cuando saltó el sevillista Puerta al campo todos recibimos un soplo de aire fresco. Eso sí es una revolución. Con Pancho Villa, Puerta y esos chavales de la Sub-21 que nos darían esa transfusión de sangre competitiva que necesitamos como el comer...”. Entre Puerta, el insaciable Villa y el orgullo de Puyol casi consumamos el empate, pero un tal Shaaban lo paró todo escribiendo con sus vuelos formidables el preámbulo del 2-0 de la puntilla, consumado por Allback en una contra diabólica. Lo que es la vida. Con esa dolorosa derrota, fue un clamor la petición colectiva pidiendo el despido de Luis. AS tituló en portada ‘Quiebra Técnica’. Pero el Sabio de Hortaleza resistió, Ángel Villar puso el pulgar para arriba y dos años después llegó la maravillosa historia de la Eurocopa de Austria y Suiza, con ese final feliz de cuento que todos nos sabemos de memoria de la A a la Z. Fútbol es fútbol...

Luis y Robert, gracias.- Quiero felicitar primero a Luis Enrique. Él puso la primera piedra de esta clasificación. Su fútbol ambicioso y vigoroso ha quedado impregnado en el equipo. Un abrazo de corazón, míster. Y mucho mérito también el de Robert Moreno, que ha sabido matricularse a pesar de las dudas que despertaba su despejada hoja de servicios. Ante los suecos reaccionó muy bien con los cambios. Con Navas y Rodrigo el equipo fue otro. Por cierto, chapeau por De Gea. He sido crítico con él, pero sus paradas heroicas nos permitieron llegar vivos al extra time. Estamos clasificados. ¡Felicidades España!