España es reconocible. Por su juego y por su equipo. Por su estilo y por su alineación. Robert Moreno repitió en Noruega el once de Rumanía, con tres únicas excepciones, dos por obligación y la otra porque es la única duda que aún alberga. La entrada de Oyarzabal fue posible por la ausencia de Alcácer, que se quedó en Alemania por lesión. Como la de Bernat por Jordi Alba. La otra novedad, Albiol, responde a la búsqueda aún no completada de una pareja para Sergio Ramos.