Y Nadal, ¿qué? ¿Otra vez número uno?
Rafa Nadal vuelve a ser número uno del mundo. Oficialmente no recuperará la corona hasta el 4 de noviembre, cuando se reajuste la clasificación en vísperas de las ATP Finals de Londres, pero hasta entonces, ya nada podrá hacer Novak Djokovic para evitar el desenlace. La derrota del serbio ante Stefanos Tsitsipas en los cuartos de final del Masters 1.000 de Shanghái ha acelerado los sucesos, porque Nole cede 820 puntos decisivos, mientras que el balear, que estuvo lesionado hace un año por estas fechas, no defiende ninguna renta en la recta final de la temporada y, si se apunta a París-Bercy, sólo podría sumar. Son las cábalas del ranking de la ATP, que a veces presenta situaciones difícilmente comprensibles, como poder conquistar el trono mundial desde el salón de tu casa, sin necesidad de pisar la pista, pero que también es objetivo con los resultados acumulados. En cualquier caso, Nadal no se asegura terminar el curso como rey del tenis. El liderazgo se decidirá en el torneo de Maestros. Un aliciente extra.
Este será el octavo desembarco de Rafa en la cúspide. Su último día, curiosamente, fue el 4 de noviembre de 2018, justo un año antes. Desde que holló por primera vez la cumbre, en agosto de 2008, Nadal se ha alternado con sus dos rivales históricos, Roger Federer y Djokovic, y con Andy Murray, el único que puso en apuros al Big Three. El dato demuestra la longevidad y el dominio de este irrepetible trío, que ha tenido sus altibajos y ha caído en pozos profundos, pero siempre ha vuelto de las tinieblas. Ahora es el turno del español. Y, parafraseando aquel viejo anuncio de Mitsubishi con el abuelo de Majaelrayo, ya veremos cuánto tiempo podremos estar repitiendo la misma pregunta: “Y Nadal, ¿qué? ¿Otra vez número uno?”.