El primer partido donde Valverde se soltó de verdad
El Madrid hizo un buen partido ante el Granada, aunque algún error final empañó la labor realizada. Los pases y las conducciones de Kroos y Valverde, clave.
Buen trabajo blanco. Me gustó mucho la mayor parte del partido realizado por el Madrid ante el Granada. Los de Diego Martínez se habían mostrado como un bloque tremendamente sólido, al que había sido realmente complicado encontrarle los agujeros y superar su presión, acción del juego que les estaba dando buenos frutos, tanto cuando se posicionan en bloque medio como cuando pasan a presión alta. Quizá la temprana lesión de Montoro les hizo daño a nivel colectivo, pero creo que la mayor parte de la culpa la tiene el buen hacer del Madrid con la pelota. Los de Zidane movieron con gran agilidad el balón en primera línea y hombres como Kroos o Valverde encontraban la solución tanto con el pase como en la conducción.
Mención especial merece el encuentro realizado por el uruguayo. Ya había comentado en estas mismas líneas que Valverde todavía estaba ligeramente cohibido en el juego a la hora de asumir riesgos y responsabilidades, que se lo tenía que creer más y convencerse, ya que se trata de un futbolista con excelentes cualidades. Fue el primer partido donde le vi empezar a soltarse de verdad, desplegándose al ataque rompiendo líneas de presión con su amplia zancada en conducción y arriesgando en el último pase. Él comentaba después del partido que había hecho un buen trabajo, pero que todavía podía ofrecer mucho más. Estoy muy de acuerdo con esa afirmación del propio futbolista. Dos recuperaciones de pelota del uruguayo acabaron en dos de los tres goles conseguidos por el equipo. No faltó la movilidad de los atacantes con permutas constantes, sobre todo entre Benzema y Hazard, que parece que empiezan a entenderse y encontrarse con frecuencia sobre el verde y ojalá sea el comienzo de una gran sociedad para el presente y el futuro del Real Madrid.