Hay un problema a domicilio

El Athletic llegaba a Balaídos bajo sospecha. Hasta el partido del Valencia no sabía lo que era perder en casa en toda la etapa Garitano y este año no había vivido la sensación de ir por debajo en el marcador... pero había un tufillo de recelo a domicilio. Getafe, Mallorca y Leganés fueron estaciones de una aventura tediosa. El equipo había sido una roca defensiva con el técnico deriotarra, jamás sucedía nada en su área, pero en los últimos tiempos cada vez estaba concediendo más.

Es verdad que no hay más madera que la que arde, en el equipo se ve poco talento y se trata de explotar valores más gremiales que poéticos, pero ¿no da para generar más ocasiones que dos disparitos de Sancet y Vesga y lo que fuera que hizo De Marcos? ¿Era buena idea esperar acontecimientos ante un Celta pesaroso para intentar pescar algo por fallo ajeno? De medio campo hacia arriba este Athletic es una nulidad fuera, en parte por la bajísima forma de Munian y Williams.

¡Si alguien puede confirmarme a qué jugó el equipo ayer que levante la mano! Sólo con intensidad y con correr no se gana en Primera. Es tal la impotencia que hasta Garitano vio una amarilla. Gaizka sigue buscando fútbol en la pareja de Dani García: Beñat, Unai López, Vesga... La dinámica es preocupante. Al menos, el técnico se ha dado cuenta de que Sancet tiene que estar arriba. Un recorte nada más salir tuvo más mérito que todo lo anterior. Se pinchó el globo.