Un Mundial de veteranos y noveles
Alejandro Valverde, un ilustre de 39 años que viene de subirse al segundo peldaño de la Vuelta, parte hoy con el dorsal 1 para defender su maillot arcoíris en Yorkshire, en la misma temporada en la que una manada de jóvenes hambrientos ha pedido paso a golpe de grandes victorias. En esta campaña hemos visto a Egan Bernal, de 22, coronarse en el Tour; a Tadej Pogacar, de 21, ganar tres etapas y subirse al cajón de la Vuelta; a Remco Evenepoel, de 19, dominar San Sebastián y colgarse la plata en el Mundial de contrarreloj; a Mathieu van der Poel, de 24, brillar a la altura de los mejores en las clásicas de primavera y triunfar en la Amstel. Hay curiosidad por saber si estas generaciones emergentes son también capaces de doblegar a los asiduos en el Mundial de fondo en carretera. De hecho, Van der Poel es el líder destacado en las apuestas. El defensor de la prenda, sin embargo, opina que no será un campeonato para noveles, sino para corredores experimentados, para los de siempre. Palabra de un hombre que tiene el récord de podios y que no tocó el oro hasta los 38 años.
Valverde hace la salvedad de Van der Poel, el nieto de Poulidor, pero señala como favoritos a “los habituales”. A treintañeros como él: Gilbert, Van Avermaet… Y a la generación intermedia: Alaphilippe, Sagan, Matthews, Roglic… Un pronóstico coherente. El Mundial es una carrera distinta, donde los ciclistas compiten por países, pero se cruzan con compañeros de sus equipos comerciales por el camino. El circuito no es tan exigente como el que domó Alejandro en Innsbruck, aunque la dureza se agarra al final. Además, este año hay previsión de lluvia, un condicionante extra. En el Mundial, la experiencia te sube o te baja del podio, aunque siempre puede surgir un fuera de serie, algún Óscar Freire que reviente la lógica. Hoy resolveremos la incógnita, entre veteranos y noveles.