La realidad y los brindis al sol
Cuando Sergio González afirmó el lunes que “la ciudad vive en una realidad diferente a la deportiva” hubo quien interpretó que se atacaba a la afición o que se pretendía rebajar el nivel de exigencia con el equipo. Nada más lejos de la realidad. Creo que el técnico lo que quiso es llamar la atención sobre un par de hechos que han pasado desapercibidos. De aquellos cantos de sirena en los que se decía que se iban a hacer fichajes ilusionantes se pasó a que gran parte de los futbolistas que vinieron a refozar el equipo no han ni debutado. No es un capricho del entrenador, simplemente ve mejor a muchos de lo que ya estaban. Cuanto mayores son las expectativas generadas, más grandes son las desilusiones.
Pero sobre lo que realmente quiso llamar la atención Sergio es sobre el hecho de que no se ve en la ciudad, es una evidencia, una identificación con el equipo, con el club, como la temporada pasada. Él, Sergio González, tendrá parte de culpa, como el resto del equipo. Al final es el Real Valladolid el que tiene que tirar muchas veces de sus aficionados, pero también tengo la sensación de que parte de la afición blanquivioleta se ha “aburguesado”, que nos parece poco pelear por la permanencia. Y no nos equivoquemos, con el penúltimo presupuesto de la categoría, el objetivo es no descender.
Ronaldo quiere pensar en grande e, incluso ayer se atrevió a pronunciar, otra vez, la palabra Champions. Está genial esta visión ambiciosa del presidente, pero hoy por hoy resulta una quimera, un brindis al sol. El carioca, más hombre de fútbol que nadie, supongo que no piensa que con el segundo presupuesto más bajo se puede aspirar a jugar en Europa. Bien están las obras de mejora del estadio, su compra y la construcción de la nueva ciudad deportiva, pero al máximo accionista del club habría que recordarle que para conseguir los objetivos donde tienen que estar los euros es en el césped.