Vinicius se quita una losa de encima
VinicIus no fue culpable de la cantidad de elogios recibidos durante la temporada pasada cuando irrumpió con fuerza en el Real Madrid y en el planeta fútbol. Él no tiene la culpa de que, de manera desmesurada, se le elevase a los altares y se le quisiera encumbrar inmediatamente como la gran estrella del equipo.
Es un niño, todavía no asimila bien toda la información que llega sobre él, sobre todo cuando esa información no es positiva. Su llanto tras el gol conseguido contra Osasuna nos da a entender lo que ha sufrido el joven brasileño durante este inicio de la 19/20. No le están saliendo las cosas y no está siendo importante en el equipo, la presión cada vez se hace mayor sobre sus hombros y le provoca ansiedad en el juego. Es muy importante que mantenga la calma, en los buenos momentos y en los no tan buenos.