Fiabilidad defensiva y el nivel de James
La primera parte realizada por el Real Madrid contra el Levante en el Santiago Bernabéu debe ser el espejo en el cual mirarse a la hora de trazar un camino a seguir en el plano colectivo. Seguramente fueron los cuarenta y cinco minutos más completos del equipo desde que Zidane regresó al banquillo blanco.
Lo más destacable fue la fase defensiva. Ni un solo acercamiento de los de Paco López hacia Courtois y, prácticamente, ni un solo ataque en transición de los valencianos. Esto habla del excelente trabajo en cuidar las pérdidas de balón y, si se producían, se presionaban con gran actitud y eficacia por parte de todos. Este aspecto del juego es la clave para el Real Madrid. Ser capaz de controlar los partidos, de tener al equipo equilibrado cuando se ataca, en pocos metros y con gran activación para recuperar en zona de pérdida.
Desde abril lleva el conjunto de Zidane sin dejar la portería a cero y este dato debe mejorar si se quiere aspirar a ganar títulos. En la segunda parte regresaron tanto la fragilidad como la incertidumbre, haciendo peligrar el resultado de un partido en el que habías sido muy superior. En lo individual, además de a Karim, quiero destacar a James. El colombiano está ofreciendo un recital de pases, de asistencias de gol y de darle fluidez al juego, mostrando un excelente nivel y también un gran compromiso. Se está dejando la piel en facetas que no son las de su zona de confort y pienso que se está ganando a pulso ser muy importante en esta temporada.