Víctor también ha dicho basta
El plebiscito contra Al Thani y la directiva se saldó con un grito de dimisión unánime del malaguismo. El suspenso del jeque y de los directivos es mayúsculo y la afición ha dicho basta. Pero, de momento, todos siguen aferrándose a sus sillones en La Rosaleda. El ridículo ha sido enorme. A nivel de imagen y en la confección de la plantilla. Caminero le ha dejado a Víctor un equipo cogido con alfileres y plagado de carencias. Muy justito. En cuanto a corazón y compromiso no le cabe un solo pero a este Málaga. Pero viendo la plantilla y lo dura y larga que es Segunda, se barrunta un año duro en Martiricos. Toca remar. Y mucho.
Víctor ya mostró su pesar en la rueda de prensa previa al partido. No le falta razón al técnico, que tras el partido ha ido más allá y ha acusado directamente a Caminero y a Joaquín Jofre (brazo ejecutivo del club) de falta de profesionalidad. El papelito con el tránsfer de Lorenzo González y Benkhemassa es el último de una lista innumerable de despropósitos. Pero salvo el técnico, todos permanecen escondidos, sin dar la cara y sin asumir responsabilidades. El clima de crispación y las enormes dudas que desprende el proyecto malaguista contrastan con la ilusión que envuelve Almería. Con los fastuosos y caros fichajes aún por asentarse (de los nuevos sólo Maras es titular hasta ahora), Pedro Emanuel está dando forma a un bloque compacto y con argumentos. Si los Appiah, Coric, Núñez, Petrovic y compañía están a la altura de sus precios, la afición rojiblanca tiene motivos para soñar.
