España tiene portero y un plan
Se dispara España en la rutinaria clasificación para la Eurocopa. La Selección rindió a una Rumanía desorientada, peor de lo que se esperaba por el vaivén táctico de Contra. Apareció con cinco defensas en un movimiento que sonó a improvisación y que únicamente la despersonalizó. España supo ver la fragilidad rumana y jugó con rapidez y verticalidad. La superioridad se sustentó en la medular, bien compenetrados Busquets, Fabián y Saúl, y se plasmó después bajo las constantes llegadas de Navas y Jordi Alba por fuera. Ceballos y Rodrigo se cerraron en el 1-4-3-3 que ordenó Robert Moreno y los laterales se desempeñaron como dos atacantes más. Los cambios de lado a lado, con un Fabián notable en este aspecto del juego, les permitieron ganar línea de fondo y producir jugadas peligrosas. Los carrileros rumanos Benzar y Tosca quedaron superados por este escenario, aunque a Navas y a Alba les faltó algún acompañamiento en forma de desmarque de ruptura de Fabián, Saúl o los mismos Ceballos y Rodrigo.
La conexión Fabián-Alcácer
Fabián se ofrece para poder recibir de Sergio Ramos. Nadie de Rumanía le aprieta. El desmarque de Alcácer entre Chiriches y Grigore abre la puerta al ataque español. Un recurso que se añade al juego de posesión característico de España.