El líder hasta ahora de la conocida como NextGen lo está pasando mal . Tras un par de temporadas dejando grandes destellos, con cinco títulos en 2017 y cuatro en 2018, entre ellos tres Masters 1000 y un título de maestro , se le está atragantando su periodo de consolidación en la élite del tenis mundial. Este 2019 no ha encontrado su mejor tenis y han comenzado a aflorar dudas en su juego. El tenis, con su peculiar ranking ATP, vuelve a demostrar que es mucho más fácil llegar arriba que mantenerse en la cima. Lo que debe dar más crédito si cabe a las gestas del Big Three.Zverev tocó fondo con su derrota ante Diego Schwartzman en el US Open . Sus 17 dobles faltas y su modo de jugar lo hicieron casi irreconocible. Sin demasiada energía por los tres maratonianos duelos previos y con alguna molestia física, careció de la agresividad y chispa habitual de sus tiros y acabó atrapado en un juego más propio de tierra batida ante un tenista con menos pegada pero una gran consistencia. De alguna manera renunció a jugar con sus mejores armas y acabó perdiendo la batalla con estrépito. Una derrota muy dolorosa, que ahora debe digerir y convertir en el mejor acicate para seguir creciendo.Supone una nueva decepción en un torneo de Grand Slam, los más duros con diferencia de todo el calendario. Por algo son los que más gloria y dinero reparten. Torneos a los que todos los tenistas acuden con la máxima motivación y que siempre dejan sorpresas sonadas. Y en los que se pone siempre en juego la exigencia física y la resistencia mental de los tenistas. Ganar siete duelos consecutivos al mejor de 5 sets en apenas dos semanas, no está al alcance de casi nadie, por mucha destreza que se tengan con una raqueta en la mano. Y complicarse la vida de más en las primeras rondas suele pagarse en la segunda semana. En el tenis cuentan más la cabeza y las piernas que la mano. Además, estar situado entre los focos principales y con la etiqueta de gran promesa no es fácil de sobrellevar. Que le pregunten a Dimitrov, hoy #78 del mundo… Todo el mundo sabe hoy de los puntos fuertes y débiles de Zverev, le han tomado la matrícula… por lo que cada duelo es bastante más complicado que antes. Además, está experimentando la dureza de tener que defender muchos puntos y de salir como cabeza de serie en todos los torneos. La presión es evidente, tanto por las expectativas creadas en los aficionados como en las autoimpuestas. Mientras no logre controlarla, será difícil que suba otro escalón en su nivel.