Un Real Madrid con dos caras
Dos caras. El equipo de Zidane tuvo dos versiones diferentes dentro del mismo partido. Entró en el encuentro imponiendo un ritmo alto de balón y gestionando muy bien la construcción de sus ataques hasta llegar a la zona de tres cuartos de campo. Las permutas de posición entre Isco, James, Kroos, Bale y Benzema, más el buen trato del pase, provocaron que el Real Valladolid tuviera que defender muy cerca de Masip, seguramente muchos metros detrás de lo que había preparado su entrenador Sergio González. A partir de esa zona los de Pucela se defendieron bien y le costó al Madrid encontrar situaciones claras de gol. Me gustaría destacar tres situaciones del juego, acontecidas el sábado, que pueden ser determinantes para el rendimiento del equipo en lo que resta de curso.
1) Presión tras pérdida. En esa primera parte fue lo que más me gustó. Más aún que la fase con balón. El Madrid no permitió apenas ningún contraataque del rival y se conseguía recuperar la pelota prácticamente en la misma zona donde se había perdido. Para un conjunto que domina y que puede llevar al rival muy cerca de su área durante muchos minutos es clave realizar esto con eficacia. Vimos lo opuesto en la segunda parte. Cada vez le costaba más a los jugadores cercanos hacer el esfuerzo para recuperar y las vigilancias defensivas por parte de los centrales y de Casemiro eran menos rigurosas. Esto provocó ataques en transición con mucha ventaja para los visitantes. Creo que el éxito del Madrid en este curso pasa por ser un equipo fiable a nivel defensivo.
2) Centro lateral. Se llega muchas veces a zona de centro y hay que aprovechar mejor esta situación del juego repartiendo de manera correcta las zonas de remate y rechace. Es habitual ver a los posibles rematadores entrando en la misma línea.
3) Defensa de las transiciones. Es común ver a Casemiro o a los centrales saliendo a defender hacia delante este tipo de situaciones en lugar de juntarse y contemporizar. Salen exitosos en muchas ocasiones porque son futbolistas con gran intuición y poderosos en el duelo, pero es un gran riesgo porque quedas muy expuesto en caso de no salir ganador. El gol recibido es un claro ejemplo...