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Sierra de Yeguas: una peña al calor de la Séptima

Norte de Málaga. Sierra de Yeguas está en el norte de Málaga, casi en el límite con Sevilla, dentro de la comarca de Antequera. Tiene censados 3.370 habitantes. Su paisaje es fronterizo con la Sierra de los Caballos (748 metros de altitud), lo que permite explicar el origen de su nombre. Sierra de Yeguas, que nació en el siglo XVI, se dedicaba a la crianza de ganado equino. En el pueblo queda un pilar que se cree que era el abrevadero general. Cerca del municipio está Navahermosa, una pedanía nacida en los años 60, dentro de aquellos 300 pueblos creados por el IRYDA (Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario), logrando que los colonos ocupasen 67 casas. Al lado funcionó durante muchos años un matadero que daba trabajo a más de 200 familias de Sierra de Yeguas. Buceando en la historia, cuenta la leyenda del pueblo que el Infante Don Fernando acampó a su ejército en la llanura de Sierra de Yeguas antes de una batalla. Hacía frío y llovía, pero se lió la manta a la cabeza y arengó a su tropa con la famosa frase: "Vamos a la lucha y que salga el sol por Antequera...".

La gastronomía. En abril hacen una feria en la que organizan una degustación de 2.000 kilos de espárragos, cocinados en tortilla, revueltos o a la plancha. También son recomendables aquí el gazpacho y la porra campera, hecha con pan, jamón serrano, huevos duros, atún y tomate crudo.

La peña. Nació el 5 de julio de 1998, mes y medio después de la conquista de la Séptima en Ámsterdam. Los fundadores fueron Manuel Serrano Heredia (presidente durante los primeros 20 años), Francisco Castro Villegas (actual presidente), José María Mancheño (secretario) y Eduardo Torrejón (tesorero). La primera sede está en la calle San Bartolomé (allí perdió la vida Fernando Benítez viendo un partido de su amado Madrid) y la actual en la calle Hospital. Los socios sólo pagan 5 euros al mes y les da para un viaje por curso a un partido de Liga en el Bernabéu y para la cena de aniversario, en la que este año todos recibieron un polo morado conmemorativo, históricamente el segundo color del Madrid. Y tocaron una réplica de la Champions. ¡A por la 14!